Paz contra el miedo

Miedo por definición es a lo desconocido, lo desconocido por excelencia es la muerte, ergo el miedo por excelencia es a la muerte, y esto lo digo para reforzar la idea de que lo que nos da miedo es lo desconocido, o sea el futuro, y por eso el arma que tenemos para eliminar las pre-ocupaciones (nada más inútil, por otro lado) son las ocupaciones. Estar ocupado, no sólo como pasatiempo, no sólo por el disfrute de ese tiempo, no sólo por producir (que es así como nos lo vende nuestra ‘cultura’ y por eso rechazamos una idea tan antipática), sino fundamentalmente por eliminar los miedos al futuro concentrándonos en el presente y estar así en ese camino llamado paz o viceversa. Vida: empiezo a vislumbrar el objetivo claro de eliminar de mi vida cualquier rastro de miedo, que por lo que voy viendo a estas alturas la única manera de hacerlo es teniendo claro que no se van a ir por sí solos, y entonces lo único es aprender a alejar, borrar, mandar a freír espárragos desde el primer amago cualquier asomo de mal rollo, malos pensamientos, preocupaciones inútiles por definición, malas conciencias..., todo ese humo y sólo humo, lo que en JMB él llama la bestia ésa, visualizarla como humo y en cuanto se va se fue y no pasa nada, para todo lo cual sólo existe el método de vivir el momento. Lo de siempre.

Pero a lo que iba es a lo claro que tengo el objetivo actual de mi vida en lo espiritual, la eliminación de los miedos según el método obvio de mandarlos a paseo, tan claro como en lo material tengo el de quitarme la hipoteca a base de ahorro. No está mal ni la comparación ni la meta. A Dios lo de Dios, al Cesar lo de éste.

Todo lo cual viene a cuento de la obligación que tenemos de ser felices, en contra de lo que nos han vendido y nos hemos creído a través de los siglos, de la basura que nos han metido en la cabeza y el corazón de que se trata de sufrir, en un cristianismo entendido al revés para perpetuar poderes y tener a la gente bien acojonada, bien adormecida con el opio de la religión mal entendida. La felicidad no es sólo posible en la vida eterna, para el que crea en ella, también lo es en esta si logramos hacer del camino la paz o viceversa.

Hace milenios ya se decía en el Eclesiastés, como de otra forma podemos encontrar en tantos otros antiguos textos de la literatura sapiencial : ‘Y, así, observo que el único bien del hombre es disfrutar de lo que hace’

La dificultad de vivir el presente está en que éste no existe de puro escapadizo, en que es un concepto, es decir la conciencia del paso de futuro a pasado. La pura conciencia de ello produce la inconsciencia y por eso se puede decir que la conciencia del paso del tiempo es el no tiempo. Por eso el tiempo no existe. Lo curioso del presente es que, aun sin existir, es mi refugio donde protegerme de los miedos a todo, un arma contra ellos al dejarme llevar por la conciencia de ello. Podría decirse, entonces, que es el propio tiempo el que me permite luchar contra el miedo. Saber administrar el tiempo, el presente, jugar con él como terapia.

Más que dejarme llevar, ir yo por mi pie merced a un impulso derivado de la energía desprendida de esa conciencia del presente, es decir del paso constante del futuro al pasado.

2 comentarios:

  1. Coincido contigo en pensar que nuestras ocupaciones afectan a nuestros pensamientos. Creo que afectan a nuestras relaciones con nosotros mismos y con los demás, nos dan un lugar en el mundo en el que ser coherentes y útiles y por lo tanto felices. Por eso es importante respetar nuestra vocación. Por eso es importante respetar las de nuestros hijos,o las de nuestro prójimo, sean las que sean.
    Gracias por hablar del presente, me has sacado de mis pre-ocupaciones, que han desaparecido como el humo que son al concentrarme en respirar en el momento presente.

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  2. Miedo o miedos, que por otro lado, no solucionan nada, siendo prácticos. Es sólo un freno de mano que corta bruscamente la frescura y espontaneidad del ser humano dejándolo atado paradójicamente a la sensación de más y más temor. Coincido con tu idea de las ocupaciones para salir de ahí, pero también como apuntas con una especie de serenidad adquirida en el largo plazo que lleva a la aceptación de las cosas como son y a la paz (o por lo menos, se intenta)

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